Tenia ganas de hablarte,
y ellas lo hicieron,
tus rosas hablaron por vos,
tus rosas y nadie mas,
sabían de felicidades plenas
y algún dolor, que junto a ellas
lograbas olvidar.
Me contaron de cada mañana
bajo el frío invernal,
cuando tu voz y tus manos podían
su aire entibiar.
Y cuando ala primavera hacia su entrada triunfal,
ellas veían asombro en tus ojos,
ante cada brote y cada rosal.
No se olvidan de la dicha que el
verano te solía regalar.
Tus rosas ya eran rosas,
con perfume y con color sin igual.
Sin embargo, marzo y el otoño se
encargaban de anunciar,
que a cada vida simple le llega
inevitablemente su final.
Mas todos creemos y yo ahora
lo puedo afirmar, que junto con
tus rosas, cada año tu también
volverás.
Y seras belleza para quienes miren.
Y seras aroma para perfumar el
hogar de los que te amaron
y de los que solo, te vimos pasar.
Por Nabil Bajach